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Se distribuyeron 60 cerdos (30,2 kg de peso vivo) según sexo, peso y camada a una dieta control, formulada en base a harina de cebada-soja, o a dos dietas experimentales, en que se substituyó un 40 % de la cebada por avena normal o alta en grasa. Las tres dietas se formularon con o sin el preparado enzimático (750 unidades/g de β-glucanasa y 650 unidades/g de xilanasa), resultando en seis dietas.
La suplementación enzimática aumentó significativamente (P <0,10) la digestibilidad de la materia seca (MS) y la energía (E). Los coeficientes de digestibilidad de la MS y la E fueron significativamente mayores (P <0,05) para las dietas basadas en cebada que para las basadas en avena normal o rica en grasa. En cambio los coeficientes de digestibilidad para la proteína bruta fueron menores (P <0,05) para la dieta de cebada que para las avenas. El rendimiento no se vio afectado (P <0,05) por la suplementación enzimática. El consumo fue mayor en la dieta de avena normal que en los de cebada (P <0,05) o avena rica en grasa (P <0,10), mientras que la GMD y la conversión no estuvieron afectadas por la dieta (P <0,05). La suplementación enzimática no afectó las características de la canal. Las canales de los cerdos alimentados con las avenas fueron más magras (P <0,05) y con menos grasa en el lomo (P <0,05) que las de cerdos alimentados con cebada.
Se concluye que la nueva avena no mejora el crecimiento ni la conversión en comparación de la avena tradicional. La digestibilidad y la calidad de la canal tampoco se vieron afectadas por el tipo de avena. La adición enzimática no alteró el rendimiento ni las características de la canal. Sin embargo parece haber un gran potencial en el uso de la avena, independientemente de su nivel de grasa, en raciones para cerdos de engorde.
PA Thacker y BG Rossnagel. 2005. Journal of Animal and Veternairy Advances 4 (4): 484-490
